AUTOR: ANA LOPEZOSA
FASCITIS PLANTAR
INTRODUCCIÓN
La fascitis plantar es un problema muy común en los deportistas, cuyos síntomas pueden limitar la actividad deportiva e incluso afectar en la rutina diaria. Por ello, aunque no padezcas dichos síntomas, aconsejo leer el artículo ya que hablaremos también sobre las causas de esta lesión y así podremos actuar y prevenir esta patología. Asimismo, comentaremos qué repercusión tiene en nuestra vida deportiva y qué posibles soluciones existen.
ANATOMÍA BÁSICA
Antes de comenzar, debemos saber qué es la fascia plantar.
La fascia plantar es una banda estrecha de tejido inelástico que se extiende desde los dedos de los pies a lo largo del arco y se inserta en el hueso del talón [1].
Se compone de una parte central gruesa y dos partes más débiles que son la porción medial y lateral. La parte central y gruesa forma la fuerte aponeurosis plantar, que consta de haces de tejido fibroso denso que revisten los músculos plantares centrales. Las funciones que tiene la fascia plantar entre otras son:
– Mantener la estructura del pie.
– Ayuda a evitar lesiones en la planta del pie.
– Mantiene los arcos longitudinales [2].
Para entender mejor la función del pie es recomendable leer previamente su anatomía básica.
FASCITIS PLANTAR Y MECANISMO DE PRODUCCIÓN
La fascitis plantar es una lesión por sobreuso que se caracteriza por dolor en la zona del talón o a lo largo del arco del pie. Se desarrolla cuando se coloca al pie en continuo estrés repetitivo por un tiempo prolongado, lo que conlleva a que se produzcan microdesgarros y/o desgarros parciales o totales cerca de su inserción (es decir, más próximo al talón).
La fascia tiene un papel fundamental para absorber las fuerzas mecánicas durante la marcha, nos ayuda propulsando el pie y permite el paso. Cuando tenemos algún problema en nuestros pies, (como veremos a continuación) la fascia sufrirá un estrés adicional y una elongación de la misma, con lo cual no podrá compensar esas fuerzas excesivas y aparecerán micro-roturas [3].
Comúnmente utilizamos el término de fascitis plantar para hablar de este problema, aunque no es muy correcto, ya que el sufijo “itis” significa inflamación, y varios estudios han demostrado que no existe ningún proceso inflamatorio en la fascia. Por tanto, el concepto más adecuado sería fasciosis plantar [4].
CAUSAS
-Puede aparecer en deportes que se practiquen sobre superficies demasiado duras.
-Sobrecarga.
-Variaciones anatómicas en los pies (pronación excesiva, pies planos, pies cavos…).
-Personas que tienen poca flexibilidad en los gemelos y poca flexión de tobillo (aumenta la tensión de la fascia).
-Un calzado inadecuado, por ejemplo que tenga la suela demasiado rígida o blanda.
-Correr sobre las puntas de los pies o correr en descensos, sobre todo en atletas que tengan desequilibrios biomecánicos, como por ejemplo una diferencia de longitud de las extremidades inferiores.
-Sobrepeso.
-Otras causas (fracturas, síndrome del túnel tarsiano, pérdida de grasa en la almohadilla del pie) [5].
SÍNTOMAS
Normalmente, el dolor se localiza en la parte de la inserción de la fascia plantar (es decir, en la parte más cercana al talón). Su síntoma más característico es el dolor punzante que aparece al dar los primeros pasos después de un reposo prolongado y después de esto va aminorando a lo largo del día. Es un problema que limita la actividad diaria normal y puede empeorar al final del día o al finalizar el ejercicio. En ocasiones, encontramos la presencia de nódulos, que son unos pequeños bultos presentes en el recorrido de la fascia plantar [6]
FASCITIS EN EL DEPORTE
Como hemos explicado anteriormente, un factor de riesgo para desarrollar fasciosis plantar es el deporte.
Sin embargo, es más frecuente en determinadas actividades físicas, como por ejemplo el running. Incluso su incidencia es elevada en deportes como el tenis, baloncesto y en baile [7].
¿Por qué es frecuente la fascitis plantar en los corredores?
La primera fase de la marcha o la carrera es el periodo de apoyo o choque de talón, y este es el primero en tomar contacto con el suelo, con lo cual es el que tiene que absorber el impacto del peso corporal, y en el caso de la carrera estas fuerzas aumentan hasta tres veces más. No solo el talón tiene que absorber dicho impacto, sino que tiene que transmitir la fuerza al resto de las estructuras y esto depende de la capacidad de recuperación de la fascia plantar, la almohadilla grasa del talón y de los músculos intrínsecos del pie.
Con el envejecimiento o el uso excesivo prolongado, la capacidad de absorción de la fascia plantar y la grasa puede disminuir, y esto puede explicar por qué los corredores experimentados son más susceptibles a tener fascitis plantar en comparación con otros tipos de corredores [8].
La incidencia de la fascitis está relacionada con el tiempo de práctica del deporte, los días de entrenamiento por semana y número de km que se realizan semanalmente. Estadísticamente afecta más a los hombres que a las mujeres, y aparece más frecuentemente en corredores de competición [9].
TRATAMIENTOS
Tenemos diferentes opciones, aunque nos centraremos más en los conservadores (es decir, diferentes tipos de tratamientos no quirúrgicos).
Frío: En la fase aguda del dolor se utiliza el frío. Es un tratamiento muy eficaz, ya que el frío limita el dolor, la inflamación y el hematoma. Se aconseja colocar bolsas de hielo durante 10-20 minutos y repetir el proceso 3 o 4 veces al día.
Masaje profundo: Hacer pequeños movimientos circulares sobre el área afectada, esto hará que se reabsorba el edema y se reduzca el espasmo muscular. Se puede realizar diariamente y la duración del masaje de 5-10 min.
Ejercicios activos: Podemos utilizar una pelota pequeña (tamaño aproximado de una pelota de golf) o una lata de refresco muy fría (a la vez utilizaremos el frío para reducir el dolor). Consiste en rodar el objeto por todo el arco del pie sin hacer excesiva presión.
Estiramientos: Como hemos comentado anteriormente, un acortamiento de la musculatura posterior puede ser un factor de riesgo para desarrollar fasciosis plantar. Por tanto, se recomienda estiramiento de tríceps sural para ganar más flexibilidad.
Vendaje neuromuscular: Se utiliza como un tratamiento complementario para aliviar los síntomas como el dolor y la impotencia muscular.
Plantillas: Se ha demostrado en multitud de estudios que mejoran la recuperación de la fasciosis plantar ya que pueden actuar sobre distintas disfunciones del pie compensando su posición y, en definitiva, el mecanismo de producción del problema [10].
Férulas nocturnas: Puede utilizarse como tratamiento complementario a otras terapias, ya que se ha demostrado su efectividad [11].
Otros tratamientos: Para casos que no mejoran con los tratamientos anteriormente descritos, pueden utilizarse inyecciones con corticoides, esteroides o plasma rico en plaquetas [12].
CONCLUSIONES
-La fasciosis plantar es una lesión muy común en los deportistas, con lo cual es importante controlar los factores de riesgo que producen esta lesión y actuar sobre ellos con el fin de evitar este problema.
-Debemos prestar atención a los síntomas que tenemos y más si realizamos una actividad física de forma regular, ya que se puede agravar la patología y complicar su tratamiento.
-Por último, es importante tener una buena salud postural. Si detectamos alguna anormalidad en nuestros pies es importante acudir a un profesional para que realice un diagnóstico correcto.
BIBLIOGRAFÍA
1. Ludlum P. Heel pain with a history of plantar fasciitis. The Clinic. 2002; 20 (5).
2. Moore KL, Dalley AF. Anatomía con orientación clínica. 5th ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2006.
3. Jeleè Z, Cicvara T, Klobuèar H, Biaeaniae G, Jeliae M, Peaeina M. Plantar fascitis. Croat Med J. 2008; 23: 3-10.
4. Lemont H, Ammirati KM, Usen N. Plantar fasciitis: a degenerative process (fasciosis) without inflammation. J Am Podiatr Med Assoc. 2003; 93(3):234-7.
5. Rumbaut M, Cañizares D, Cuní R, Uranga JC, García E. El Strapping como coadyuvante en el tratamiento ortopédico de la fascitis plantar. Rev haban cienc méd. 2009; 3(2)
6. Cole C, y col. Plantar Fasciitis: Evidence-Based. Review of diagnosis and therapy. Am Fam Physician 2005; 72.
7. Fredericson M, Misra AK. Epidemiology of ankle and foot overuse injuries in sports: A systematic review. Sports Med. 2007; 37(4-5): 437-439.
8. Diaz A, Hespanhol LC, Yeung S, Oliveira L. What are the main running-related musuloskeletal injuries? Sports Med. 2012; 42 (10): 891-905.
9. Di Caprio F, Buda R, Mosca M, Calabro A, Giannini S. Foot and lower limb in runners: assessment of risk factors. J Sports Sci Med. 2010; 9: 587-596.
10. Torrijos, A.; Abián-Vicén, J.; Abián, P.; Abián, M. Plantar fascitis treatment. Journal of Sport and Health Research. 2009; 1(2):123-131.
11. Abornoz A, Rodriguez JC, Alexis O. Treatment of the fasciitis to plant with rods of use nocturne. Rev venez cir ortop traumatol. 2004; 36(2): 98-101
12. López-Gavito E, Gómez-Carlín LA, Parra-Téllez P, Vázquez-Escamilla J. Plasma rico en plaquetas para el manejo de tendinopatía del tendón calcáneo y fascitis plantar. Acta Ortopédica Mexicana 2011; 25(6): 380-385.