AUTOR: JOSÉ MARÍA
ALERTA SOBRE EL ALTO CONSUMO DE AZÚCARES EN NIÑOS (ASOCIACIÓN AMERICANA DEL CORAZÓN)
Bien se sabe que la American Heart Association (AHA) es uno de los máximos referentes en Cardiología de todo el mundo. En agosto de 2016, lanzó una declaración científica para explicar los grandes perjuicios cardiovasculares que podría conllevar un exceso de azúcares añadidos en la alimentación de un niño. El documento se denomina “Added Sugars and Cardiovascular Disease Risk in Children” y está realizado por Miriam B. Vos y colaboradores.
En otros artículos de la web hemos visto los peligros del alto consumo de azúcares añadidos y de alimentos ultraprocesados en general, sobre todo para el sector más sedentario de la población. Entre ellos, bebidas azucaradas, grasas hidrogenadas, cereales azucarados de desayuno, cremas de cacao como Nutella, etc. son productos comunes de consumo y con poca calidad nutricional.
¿QUÉ SE CONSIDERAN “AZÚCARES TOTALES”?
Según el documento que podéis visitar en el enlace anterior, los azúcares totales están formados por los monosacáridos: glucosa, galactosa y fructosa; y los disacáridos: sacarosa, trehalosa, maltosa y lactosa.
Es decir, con el término “azúcar total” también podemos referirnos a los azúcares naturalmente presentes en frutas, verduras, hortalizas o lácteos. No necesariamente son perjudiciales.
¿QUÉ SE CONSIDERAN “AZÚCARES AÑADIDOS”?
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, son “azúcares adicionados a la elaboración de productos y azúcares separados del alimento para consumir aparte”. Claros ejemplos son el azúcar de mesa (sacarosa) o los jarabes de glucosa, JMAF.
Su misión es clara: aumentar la palatabilidad del alimento y aumentar la conservación del mismo.
¿Cuáles fueron las conclusiones de la declaración de la AHA?
– Existe relación entre enfermedad cardiovascular y consumo de azúcares añadidos en niños (en este caso).
– Recomendación para niños de menos de 2 años: evitar el total consumo de azúcares añadidos.
– Recomendación para niños más mayores: limitar su consumo a menos de 25 gramos de azúcares añadidos.
– No se encontraron reducciones de peso en niños que cambiaron bebidas azucaradas por bebidas edulcoradas sin calorías. Probablemente se deba a la inclusión de azúcares a lo largo del día por la compensación.
– Aún existen muchas dudas que aclarar para dar recomendaciones totalmente válidas. Es decir, hacen falta estudios de intervención de calidad.
NADA DE ESTO SE CUMPLE
Sabemos de sobra que sobrepasamos la recomendación de azúcares máximos aconsejados, tanto para adultos, como para niños.
En la siguiente tabla se puede observar la cantidad de azúcares añadidos totales en algunos productos alimenticios que suele consumir el público infantil. Obviamente, las cantidades del producto dependen de factores como edad, apetito del niño, situación del día, economía familiar…
Será interesante conocer más estudios que nos aclaren cuáles serían cantidades máximas de azúcares, pero hay algo claro que seguimos sin cumplir: cada vez comemos más ultraprocesados y menos comida real.
Mientras esto siga así, la obesidad y demás enfermedades relacionadas seguirán siendo un problema de Salud Pública.
Fuente
• Vos, M. B., Kaar, J. L., Welsh, J. A., Van Horn, L. V., Feig, D. I., Anderson, C. A., … & Johnson, R. K. (2016). Added Sugars and Cardiovascular Disease Risk in Children. Circulation, CIR-0000000000000439.