AUTOR: MARCOS GUTIÉRREZ
TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LA VENTOSATERAPIA (CUPPING)
Después de los llamativos círculos amoratados en los hombros de Michael Phelps en los Juegos Olímipicos de Río 2016, se ha hablado largo y tendido sobre una técnica de descomprensión miofascial (‘MFD’ en inglés) conocida como ventosaterapia (‘cupping’ en inglés).
En este artículo nos proponemos, pues, analizar la evidencia científica existente sobre la eficacia, aplicación práctica y seguridad de este método de liberación miofascial.
Antes de empezar, te recomendamos echar un vistazo a este artículo de nuestro compañero Antonio para entender mejor el contexto en el que nos movemos al hablar de técnicas de recuperación en los deportes de alto rendimiento.
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INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
Los orígenes del cupping datan de escritos jeroglíficos egipcios allá por el 1500 a. C. (Bruce, 2008). Sin embargo, los métodos más recientes datan entre el 281 y el 341 d. C. (Subhuti, 1999). Desde entonces, la ventosaterapia, también conocida como ‘jiaofa’, fue parte de las prácticas médicas tanto en Occidente y Oriente. Sin embargo, entre 1850 y 1900, surgieron enormes críticas respecto a esta metodología dentro de la Medicina occidental por su carencia de respaldo científico (Bruce, 2008). Mientras tanto, esta y otras metodologías que forman la llamada Medicina Tradicional China (conocida por sus siglas ‘TCM’ en inglés) siguieron desarrollándose en otras partes del mundo.
El cupping volvió a adquirir fama a mediados del s. XX junto con el auge de la fabricación de recipientes de cristal y de plástico. Aunque este seguía sin contar con evidencia científica sobre su eficacia, parecía observarse un resultado positivo en la mayoría de los casos en los que se aplicaba (Subhuti, 1999)
EL AUGE DE LA VENTOSATERAPIA EN EL DEPORTE DE ALTO RENDIMIENTO
Como todo el mundo sabe, los deportistas olímpicos representan la élite deportiva a nivel mundial. Estos seres cuasi divinos han conseguido un nivel de dominio dentro de sus respectivas modalidades fuera de lo normal a través cientos e incluso miles de horas de práctica con un único fin: llegar a ser los mejores en su disciplina.
En el camino a la cima, uno ha de asumir riesgos que son inherentes a llevar el cuerpo al límite. Cuando el ganar una medalla de oro o plata por tu país depende de una centésima de segundo, aprendes a encontrarte cómodo ante un gran nivel de estrés. A pesar de que estos deportistas se dejan el alma en su entrenamiento día sí y día también para adaptarse a vivir con dicho estrés, el secreto de su éxito reside en su capacidad para recuperarse.
Veamos, entonces, cómo puede utilizarse la ventosaterapia como una forma de recuperación y cuál es su aplicación práctica en base a los estudios científicos disponibles al respecto.
La ventosaterapia se define como una medicina complementaria y alternativa (conocida también por sus siglas ‘CAM’ en inglés) dentro del mundo de la medicina holística y de la medicina tradicional china.
El cupping, al igual que otros tratamientos basados en la medicina complementaria y alternativa, es proporcionado como un método conservador y alternativo que tiene como fin mejorar la salud humana a través de la reducción del dolor (si lo hubiera) y la regeneración de tejidos.
Teniendo en cuenta que el 80% de las visitas al médico están relacionadas con algún tipo de dolor y que se ha producido un aumento ingente en la cantidad de adicción a medicamentos prescritos por doctores y muertes por causas relacionadas a un mal uso de estos en la mayoría de los países occidentales, utilizar enfoques holísticos que mejoren la gestión del dolor es un paso en la buena dirección hacia un menor uso de medicamentos y una mejora de la calidad de vida. Y, justamente aquí es donde la ventosaterapia puede entrar a jugar un papel interesante junto con otras medicinas complementarias y alternativas.
LAS DIFERENTES VARIANTES DEL CUPPING
Dependiendo de la fuente que consultes, existen hasta 10 diferentes métodos para poner en práctica la ventosaterapia. Todos ellos involucran de una u otra manera la aplicación de un recipiente con forma de copa para provocar presión localizada negativa en un área del cuerpo, aliviando el dolor y mejorando la recuperación del tejido.
La ventosaterapia seca es de lejos la variante más común y se basa en la utilización de una fuente de calor para crear la succión suficiente como para elevar el tejido blando hacia el recipiente con forma de copa. Cualquier variante del cupping produce de forma indolora un moratón en la piel.
El cupping se aplica a varias áreas del cuerpo que son individualmente únicas según las necesidades del deportista / paciente. Las zonas más comunes de aplicación son la espalda, el pecho, el abdomen y las nalgas. Los recipientes con forma de copa se dejan normalmente en contacto 5-10 minutos y producen posteriormente eritemas, edemas y equimosis que pueden durar hasta varias semanas.
Una buena manera de ver al cupping respecto a un masaje es la siguiente: mientras un masaje o una fuerza externa aplicada sobre tejido blando se percibe como un cambio de presión positiva en las estructuras de tejido blando de alrededor, el cupping supone un estímulo novedoso y cuya implicación de presión negativa sirve para alterar la capacidad sensorial y la percepción del dolor, así como para influenciar la microcirculación de un área específica del cuerpo (lo cual ha sido demostrado que cambia la circulación del tejido local).
MECANISMO A TRAVÉS DEL CUAL LA VENTOSATERAPIA FUNCIONA
Los mecanismos específicos de cambios agudos en el tejido metabólicamente activo y los umbrales de presión del dolor han sido estudiados específicamente en la ventosaterapia seca. Estos estudios mostabran cómo mientras los participantes recibían dicho tratamiento experimentaban un aumento del flujo sanguíneo (hiperemia). Este aumento del flujo sanguíneo o vasodilatación también parece que tiene influencia en la temperatura de los tejidos, pero, lo que es más importante, también aumenta la reparación de las células endoteliales, acelera la granulación de tejido y acelera la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) en la zona del tejido tratado en cuestión.
Según un estudio los participantes del grupo experimental aumentaron el ratio de lactato / ácido pirúvico, el cual indica un aumento en el metabolismo anaeróbico en el la zona adyacente al tejido en el que se aplicó el tratamiento (Emerich y colaboradores, 2011). Esto puede significar para un paciente o deportista un aumento de los mediadores químicos isquémicos (bajos en oxígeno) involucrados en promover adaptaciones metabólicas/celulares y la regeneración de tejido.
Cuando se comparó el grupo experimental que se sometió a ventosaterapia con el grupo control y otros grupos experimentales que utilizaban modalidades que implicaban calor y medicaciones convencionales para tratar el dolor, este demostró mayor efectividad en la reducción del dolor. Aunque en comparación con el ejercicio físico el cupping no mostrara mejora alguna, esta técnica puede ser realmente útil en pacientes que no son capaces de entrenar o que están en fase de exceso de entrenamiento no funcional (‘overreaching’ en inglés); el cupping parece ser una herramienta útil, a distancia de la punción seca, manipulación funcional asistida del tejido blando (‘IASTM’ por sus siglas en inglés) y otras modalidades basadas en terapias manuales neuromusculares / musculoesqueléticas en la modulación de la percepción del dolor, mayor reclutamiento muscular y recuperación de tejidos con mayor evidencia tras su aplicación.
Porque, todos estaremos de acuerdo en que la percepción de dolor es inversamente proporcional a la habilidad de un individuo de reclutar fibras musculares y procesar feedback sensorial de gran utilidad (propiocepción, conciencia kinética) a través de sistemas de inhibición de feedback. La mejora de la función musculoesquelética debería ser promovida a través de la recuperación de información sensorial mediante diferentes métodos de modulación del dolor.
El cupping dentro del contexto del rendimiento deportivo puede ser visto como un método práctico para la modulación sensorial pre y post actividad física, el cual también desempeña un papel en la salud del tejido blando. Para los atletas olímpicos, que llevan dedicando prácticamente toda su vida a ser los mejores en lo suyo, cualquier tipo de ayuda ergogénica que les proporcione una mejora en su rendimiento deportivo es bienvenida. Por lo tanto, administrarles una rápida sesión de 5-10 minutos en la que recuperen su concienciación sensorial y empiecen a estimular las señalizaciones químicas locales que influyan en la recuperación del tejido tiene bastante sentido.
En el caso de los deportistas no olímpicos, el dolor debería ser un síntoma respetado que a menudo nos enseña a cómo no lesionarnos. Por lo tanto, no deberíamos aplicar tratamientos de ventosaterapia (al menos no con tanta frecuencia) como en estos deportistas de élite debido a sus potenciales efectos adversos, así como al aumento del riesgo de lesión en un tejido que se derivaría de una alteración de la percepción del dolor.
SEGURIDAD RELATIVA Y PRECAUCIONES
Aunque la ventosaterapia puede ofrecer beneficios específicos e individualizados, es obvio que también puede tener efectos adversos. Como ocurre con cualquier otra metodología, existen riesgos inherentes que un especialista con experiencia debe tener en cuenta antes de recomendarlo. En el caso del cupping, dependiendo de la variante que se utilice y la frecuencia de aplicación de este, el sujeto puede llegar a lesionarse.
No se recomienda que la ventosaterapia sea aplicada sobre zonas excoriadas, supuradas o infectadas, ya que esto podría promover la aparición de Dímero D (una proteína fibrilar que se encuentra en tejidos inflamados). Además, como mencionamos anteriormente, la ventosaterapia provocará el enrojecimiento de la piel y la aparición de un moratón (equimosis) durante un plazo de 2-5 días.
También, existen posibles efectos adversos de hinchazón y/o quemaduras. Además, se han dado casos en los que los sujetos experimentaron un aumento del dolor en la zona de aplicación y, otros (menos frecuentes) en los que se experimentó incluso dolor muscular y picores en dicho área.
CONCLUSIONES
• El cupping es una medicina complementaria y alternativa englobada dentro de la Medicina Tradicional China cuyo fin es la reducción del dolor percibido y la promoción de regeneración de tejidos.
• Supone la aplicación de presión negativa en un área localizada del cuerpo.
• La ventosaterapia seca es la forma más conocida y estudiada de cupping.
• No recomendamos su utilización para la población general ni deportistas amateur no lesionados ya que en estos casos el dolor es un síntoma que ha de ser respetado y se pueden conseguir parte de los beneficios de esta técnica simplemente mediante la práctica de ejercicio físico.
• Para deportistas de élite puede ser útil, aunque no existen evidencias suficientes que lo posicionen en un lugar privilegiado frente a otros métodos.
• El cupping puede aumentar el riesgo de lesión derivado de una alteración de la percepción de dolor en un determinado tejido.
Fuentes
• Novo, M. (2016). The real science & application of cupping therapy https://drjohnrusin.com Traducido y adaptado el 18 de septiembre de 2016 https://drjohnrusin.com/real-science-application-cupping-therapy/
• Ross, B. (2016). Cupping and the Injured Athlete – Does It Work? http://breakingmuscle.com Traducido y adaptado el 18 de septiembre de 2016 http://breakingmuscle.com/health-medicine/cupping-and-the-injured-athlete-does-it-work
Referencias bibliográficas
• Bentley, Bruce. ‘A Brief History of Cupping’. Febrero de 2008. Disponible en: http://www.healthtraditions.com.au/course-details/cupping/the-history-of-cupping.htm
• Dharmananda, Subhuti. ‘Cupping’. Marzo de 1999. Disponible en: http://www.itmonline.org/arts/cupping.htm
• Emerich, M., Braeunig, M., Clement, H. W., Lüdtke, R., & Huber, R. (2014). Mode of action of cupping—local metabolism and pain thresholds in neck pain patients and healthy subjects. Complementary therapies in medicine, 22(1), 148-158.
• Huber, R., Emerich, M., & Braeunig, M. (2011). Cupping–is it reproducible? Experiments about factors determining the vacuum. Complementary therapies in medicine, 19(2), 78-83.