AUTOR: OMAR RUIZ
LESIÓN EN RECTO FEMORAL. READAPTACIÓN
La rotura del cuádriceps femoral normalmente ocurre en deportes que requieren un movimiento repetitivo de sprints y golpeos cuando la articulación de la cadera está extendida.
Anatómicamente, el recto femoral es un músculo largo, fusiforme y biarticular localizado en la parte anterior del músculo de cuádriceps, cuya función principal es la de extender la rodilla, flexionar la cadera y estabilizar la pelvis ante cargas de peso.
En la fase de golpeo requiere una extensión máxima de cadera y flexión de rodilla resultando en una fuerte contracción y estiramiento del recto femoral. Aquí es donde sucede el punto de máximo riesgo de lesión de recto femoral (Kumazaki et al., 2016), lo que ocasiona que sea el músculo más lesionado dentro de los cuatro que componen el cuádriceps.
Suele ser en la pretemporada, con un 29% de incidencia, cuando el recto anterior más se lesiona, a diferencia del 11% de incidencia del bíceps femoral. A medida que avanza la temporada, las roturas de cuádriceps son menos frecuentes a favor de las lesiones de isquiosurales; pese a ello, son lesiones musculares con alto grado de recidiva (17% de los casos) (Ekstrand et al., 2011).
La zona más común de lesión es la unión miotendinosa distal, cerca de la unión de la rodilla. Cuando se lesiona el tendón central del recto femoral está asociado a una recuperación más larga comparado con lesiones que se localizan de forma periférica.
En lesiones agudas, el jugador siente un tirón y deja de jugar; en lesiones subagudas (menos graves), el jugador siente molestia durante la carrera y el golpeo. El examen de lesión estirando, palpando la zona o realizando resistencia ante una extensión de rodilla puede ser dañino.
MECANISMO DE LESIÓN POR SPRINT
En la aceleración, la máxima longitud de este músculo ocurre durante la primera fase del swing, donde los músculos flexores de cadera generan fuerza al mismo tiempo que los músculos extensores de rodilla absorben la energía a través de una acción excéntrica.
Las altas velocidades angulares de la rodilla y la cadera durante la fase de swing de sprint combinada con una alta activación excéntrica hacen el recto femoral más propenso a la lesión.
En la deceleración, la cual se da repetidamente en deportes de equipo con los cambios de dirección y frenadas, las fuerzas aplicadas en el cuerpo pueden ser excepcionales, especialmente cuando el tiempo para absorber estas acciones es corto.
La postura erecta del tronco provoca un aumento de la fuerza excéntrica impuesta en el cuádriceps creando predisposición a lesión del recto femoral anterior.
Mecanismo de lesión por golpeo
El mecanismo más común de lesión de recto anterior femoral es por golpeo de balón, y esta suele ocurrir en la pierna de golpeo de balón pero existe cierta controversia en si la rotura sucede en la fase de contacto con balón, en la fase de swing o en la fase de contacto en suelo en el paso previo a realizar el backswing.
Durante la fase de contacto con balón existe una correlación positiva con la mala meteorología, y es que se asocia la lesión a los días de lluvia debido a que el peso del balón y el mecanismo de contacto se hace más arduo y consistente.
La fase de swing ocurre a una gran velocidad angular y una excesiva flexión de rodilla, por lo que es la fase del golpeo más relacionada con la lesión de recto femoral.
La fase de contacto con el suelo está relacionada con una deceleración provocando un estrés extra sobre el recto femoral. Además, la extensión del tren superior provoca una flexión externa de rodilla y aumento de fuerza de cuádriceps, lo cual puede estar relacionado con la lesión.
FACTORES DE RIESGO
Intrínsecos
• La edad no supone un factor de riesgo.
• Lesiones anteriores, como las lesiones de los músculos isquiotibiales pueden provocar lesiones de recto femoral debido a la modificación en los patrones biomecánicos y ratio isquiosurales-cuadriceps.
• Tener estatura baja y alto peso corporal puede provocar riesgo de lesión.
• La pierna dominante suele estar más expuesta a lesionarse, por lo que la lateralidad podríamos considerarla un factor de riesgo.
• Se ha encontrado un rango de flexibilidad bajo relacionado con las personas lesionadas.
• Dentro del tipo de fuerza, encontramos un factor de riesgo la falta de fuerza excéntrica por encima de la concéntrica.
Extrínsecos
• Los dos factores extrínsecos más destacables, aunque no únicos, son el calentamiento insuficiente y el terreno mojado.
PREVENCIÓN
Para el trabajo de prevención hay que tener en cuenta los factores de riesgo y los mecanismos de lesión biomecánicos. La mejor estrategia para prevenir las lesiones de recto femoral es un entrenamiento centrado en la flexibilidad, la fuerza y la estabilidad del Core, ya que una mejora de estos resultaría beneficioso (Kumazaki et al., 2016).
Flexibilidad
El psoas ilíaco restringe la extensión de cadera y la acción de golpeo de balón requiere de dicha extensión previa al contacto con el balón. A esto, le añadimos que las raíces del nervio femoral pasan directamente a través del músculo de psoas, por lo que un psoas restringido puede irritar mecánicamente el nervio femoral y causar tensión en la cadena neurodinámica hacia abajo.
El nervio femoral está implicado en las lesiones de recto anterior como el nervio ciático lo está en las lesiones de isquiosurales.
Por lo tanto, será necesario el entrenamiento de flexibilidad de los extensores de rodilla y los flexores de cadera para conseguir niveles óptimos de rendimiento y prevención de la lesión.
Fuerza
Mejorar la fuerza a nivel proximal de la cadera y la fuerza de la extensión de rodilla debe de ser otra de las áreas a trabajar para prevenir la lesión.
Podríamos enfocar un calentamiento previo con ejercicios de estiramientos dinámicos. El estiramiento dinámico del cuádriceps es más efectivo en aumentar la actividad del cuádriceps y la velocidad angular de la extensión de rodilla (Amiri-Khorasani, 2013).
Es importante mencionar que el entrenamiento excéntrico es el único método que ha demostrado un aumento consistente del desarrollo de una longitud de tensión óptima en los extensores de rodilla. Este entrenamiento es capaz de activar más masa muscular que el isométrico o el concéntrico, ya que provoca más fuerza y necesita menos oxígeno. En otras palabras, mejora la capacidad del músculo de absorber más energía antes de fallar, previniendo la lesión.
Los ejercicios excéntricos de tren inferior diseñados para mejorar la longitud óptima y prevenir las lesiones de músculos deberían incluir cadenas cinéticas abiertas y cerradas, bilaterales y unilaterales, implicando múltiples articulaciones y progresiones basadas en elongar más que en la fuerza contráctil.
Se deberían introducir dentro del programa de prevención distancias (sprint y distancias de deceleración o rangos de movimiento de segmentos corporales cuando trabajemos la fuerza), velocidades (velocidad de sprint o ratio de fuerza desarrollado cuando se trabaje la fuerza) y componentes direccionales similares al deporte.
Core
Siendo uno de los conceptos más tratados en nuestro blog, la resistencia, fuerza y control de la zona central aparece como un posible factor importante para prevenir las lesiones ligamentosas y musculares del tren inferior.
Los músculos abdominales son necesarios para contraatacar las fuerzas que aparecen en el golpeo de balón y reducir la sobrecarga del cuádriceps ayudando a controlar el tronco de la pierna de golpeo y la de no golpeo.
PARÁMETROS DE ENTRENAMIENTO
En línea con autores de la bibliografía consultada, consideramos que mejorar la longitud es algo más importante que la fuerza únicamente concéntrica. Si la ganancia de fuerza es requerida para evitar el déficit, las acciones excéntricas deberían ser sobrecargadas de 20% a 80% de la máxima fuerza isométrica.
El volumen y la intensidad de la fuerza excéntrica en los programas de entrenamiento en pretemporada deben de ser progresivos gradualmente para minimizar el efecto que induce el ejercicio sobre el cansancio muscular y proveer el estímulo necesario para producir adaptaciones.
Nosotros abogamos por el uso de los ejercicios excéntricos al final de la sesión de entrenamiento porque simulan mejor las condiciones de fatiga en las que se suelen dar este tipo de lesiones. También encontramos la temperatura muscular a mayor grado que en los momentos iniciales de la sesión.
Recomendamos a los entrenadores de fuerza y acondicionamiento evitar el entrenamiento de alta intensidad excéntrico durante fases importantes de la competición ya que pueden existir efectos de deficiencia de fuerza y cansancio e influirían en el rendimiento.
PROPUESTA DE SESIÓN PRÁCTICA PARA ENTRENAMIENTO PREVENTIVO
Calentamiento (10’):
• Ejercicios de movilidad balísticos con estiramientos dinámicos de todos los grupos musculares, enfatizando en el tren inferior, cuádriceps y psoas-iliaco.
• Carrera de activación.
Trabajo de fuerza concéntrica (20’):
Algunos ejemplos de ejercicios podrían ser:
• Sentadilla.
• Peso muerto unilateral.
• Zancadas con peso o sentadillas búlgaras.
• Paseos de granjero.
• Curl femoral tumbado.
Trabajo de fuerza excéntrica (20’):
Algunos ejemplos de estos ejercicios podrían ser:
• Tirante musculador cuádriceps con extensión de cadera.
• Sprints con frenada brusca.
• Saltos o caídas con frenada a dos y una pierna.
• Sprints cortos con cambios de direcciones.
• Uso de poleas cónicas y máquinas isoinerciales.
Core (10’):
Algunos ejemplos de estos ejercicios podrían ser:
• Ab Wheel.
• Farmer walks.
Vuelta a la calma (15’):
En esta fase de la sesión podríamos realizar este tipo de técnicas de estiramiento estático para mejorar la flexibilidad, así como uso de foam roller y masaje.
PROPUESTA DE READAPTACIÓN
Una vez ocurrida la lesión, debemos mirar hacia delante y buscar la mejor forma de volver a la competición. Centraremos la readaptación en el trabajo de fuerza concéntrica y excéntrica y propiocepción, trabajo de flexibilidad y trabajo de core:
Bibliografía y referencias
• Amiri-Khorasani, M., and Kellis,E. (2013). Static vs. Dynamic Acute Stretching Effect on Quadriceps Muscle Activity during Soccer Instep Kicking. Journal of Human Kinetics. (38) 37-47.
• Ekstrand J, Hägglund M, Walden M. (2011). Epidemiology of muscle injuries in professional football (soccer). Am J Sports Med, (39) 1226–32.
• Ekstrand J, Hägglund M, Walden M. (2011). Injury incidence and injury patterns in professional football: the UEFA injury study. Br J Sports Med (45) 553–8.
• Kumazaki, T., and Sakai, T. (2016). High Risk of Muscle Strain in the Rectus Femoris Muscle: Anatomical and Physiological Analysis. Juntendo Medical Journal, (62).
• Mendiguchia, J., Alentorn-Geli, E., Idoate, F., Myer, G. et al. (2013). Rectus femoris muscle injuries in football: a clinically relevant review of mechanisms of injury, risk factors and preventive strategies. Br J Sports Med, (47) 359-366.