AUTOR: RUBÉN COMERÓN
ULTRASONIDOS: EFICACIA E INFORMACIÓN BÁSICA
Los ultrasonidos (US) son utilizados para tratar disfunciones musculoesqueléticas. Muchos tenemos algún conocido o amigo que los ha probado o incluso nosotros mismos hemos experimentado este tratamiento en alguna clínica u hospital, pero ¿qué son, para qué sirven y cuándo se emplean en fisioterapia o medicina?
Antes de nada aclarar que en este artículo nos referimos a los US como tratamiento en sí mismo, y no como herramienta diagnóstico o guía para el tratamiento (ecografía).
Solemos distinguir entre dos técnicas de tratamiento que habitualmente emplean los US:
• La ultrasonoforesis, que básicamente es el tratamiento de alguna patología o disfunción mediante fármacos introducidos en el cuerpo mediante ultrasonidos.
• La terapia ultrasónica como tal, que es la que trataremos en este artículo. Dentro de esta modalidad de terapia existen dos procedimientos de aplicación:
o Técnica de contacto directo: Es la más empleada en fisioterapia. Como su propio nombre indica consiste en la aplicación directa del cabezal de la máquina sobre la piel del paciente y para favorecer la transmisión cabezal-piel se emplea un gel.
o Técnica de inmersión: Tiene lugar debajo del agua y el cabezal se encuentra a dos o tres centímetros de la piel del paciente, empleando el agua como medio de difusión en lugar del gel, como sucede en la técnica de contacto directo.
La técnica de contacto directo se emplea más habitualmente que la de inmersión, además la mayoría de estudios se realizan empleando esta técnica. Cabe destacar que el empleo de US también se emplea con fines estéticos, pero no abordaremos ese tema aquí.
¿QUÉ SON Y CÓMO FUNCIONAN LOS ULTRASONIDOS?
Los ultrasonidos son básicamente ondas sonoras de alta frecuencia. Se toman frecuencias cuyos valores oscilan entre 0,7 y 3 MHZ. Normalmente 1MHZ es la empleada en fisioterapia, ya que parece ser la que es capaz de alcanzar mayor profundidad en los tejidos, cuya aplicación sobre la piel del paciente busca un efecto terapéutico, normalmente a través del efecto mecánico de las ondas de US sobre los tejidos del cuerpo del paciente, aunque también a través de un efecto térmico, es decir, aumenta la temperatura de la zona tratada. Esto puede tener una serie de efectos sobre el cuerpo del paciente, que, según los distintos fabricantes son:
• Vasodilatación de la zona con hiperemia y aumento del flujo sanguíneo.
• Incremento del metabolismo local y regeneración tisular.
• Incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, con disminución de la rigidez articular y de la contractura, en combinación con cinesiterapia.
• Efecto antiálgico y espasmolítico, que son los más útiles en lo que a indicaciones se refiere.
Para un efecto óptimo se debe aplicar un agente de acoplamiento entre el cabezal aplicador y la piel (normalmente un gel). Aún no se comprende bien la manera en la que los ultrasonidos llevan a una mejoría sintomática en el dolor.
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LOS ULTRASONIDOS EN EL MERCADO
Veamos algunos ejemplos de las descripciones que dan de los equipos los propios fabricantes:
• “El dispositivo está programado para administrar los principales protocolos de terapia física para el tratamiento de patologías del aparato óseo, los músculos y los tendones, a través de la modulación terapéutica a 1 MHz”.
• Equipo para terapia que usa ondas de sonido de alta frecuencia. Las vibraciones de alta frecuencia pueden causar un efecto mecánico y termal en el tejido. La terapia de Ultrasonido promueve la capacidad del cuerpo para la autocuración y reparación del tejido.
• Mejora la cicatrización.
• “Dispositivo médico innovador y tecnológicamente avanzado para el tratamiento del dolor muscular crónico”.
• Uso de los equipos y programas en memoria. Fisiología y efectos sobre los tejidos humanos: la aplicación de ultrasonidos a tejidos humanos se traduce en una acción de masaje celular con alta frecuencia. Los tejidos irradiados con ultrasonidos entran a su vez en vibración y aumentan su temperatura. En estas manifestaciones se resumen efectivamente los efectos biológicos de los ultrasonidos, referidos como efecto mecánico y efecto diatérmico.
o Efecto mecánico: Se desarrolla a través de la rítmica compresión y descompresión de los tejidos.
o Mecanismo diatérmico: A medida que el sonido se propaga a través de los tejidos viene absorbido y convertido en calor.
La distribución de la temperatura producida por el ultrasonido en los tejidos es única entre todas las formas de recalentamiento profundo. Esto determina, en efecto, un aumento de temperatura relativamente pequeño sobre la superficie de los tejidos y ofrece una mayor probabilidad de penetración en la musculatura y en los tejidos blandos respecto a la diatermia producida con microondas u onda corta.
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¿CUÁNDO SE UTILIZAN LOS ULTRASONIDOS?
Los ultrasonidos están indicados en múltiples patologías. Algunas de ellas serían:
• Artrosis de las rodillas.
• Artrosis de las pequeñas articulaciones.
• Calcificaciones periarticulares.
• Cicatrices con evolución queloide.
• Enteropatías.
• E. de Dupuytrien
• Periartritis del hombro.
• Síndrome del túnel carpal en fase inicial.
• Anquilopotética (E. Di Bachtorow).
• Consecuencias post-operatorias de emilaminoctomía columna vertebral.
• Síndrome del espolón del calcanar.
• Síndrome de Sinding Larson-Johanson.
• Consecuencias de fracturas con retardo de consolidación.
• PEFS (celulitis).
• Artrosis de la columna vertebral.
• Bursitis.
• Cervicobraquialgia.
• Hematomas musculares.
• Epicondilitis.
• Periartritis de la cadera.
• Ciática y neuritis.
• Espondiloartritis.
• Tendinitis.
• Úlceras varicosas.
• Tendinosis.
• Síndrome de Osgodd-Slater.
Como ya he comentado, en este artículo nos centraremos en las aplicaciones terapéuticas, dejando de lado la aplicación de US en el campo de la estética.
Vemos, por tanto, como esta terapia parece ser eficaz, a priori, para casi cualquier afección músculo esquelética.
RESPALDO CIENTÍFICO
La escasez de estudios científicos de calidad (revisiones sistemáticas, metanálisis) sobre el empleo de US como tratamiento llama la atención, ya que la terapia con US viene siendo un tratamiento habitual para cualquier patología del sistema musculoesquelético que curse con dolor desde hace ya décadas.
Según algunos fisioterapeutas, los US pueden emplearse en cualquier patología que curse con inflamación, no obstante, los propios profesionales que los emplean con los pacientes son algo escépticos e incluso algunos afirman que no creen que haya diferencia respecto a utilizar un placebo.
En este metaanálisis [1], se comparan diversas técnicas para tratar la osteoartritis de rodilla (una de las muchísimas patologías en las que los fabricantes aseguran que es eficaz) y se llega a la conclusión de que la terapia mediante US no ofrece ninguna mejora respecto del placebo.
En esta revisión de ensayos clínicos [2], el objeto de estudio son 13 ensayos que emplean US para tratar la epicondilalgia lateral o codo de tenista. Según esta revisión hay bastante controversia, ya que algunos artículos afirman que no existe diferencia o esta no es significativa entre el uso de US y el placebo [3], [4], [5], [6]. Sin embargo, en otros ensayos incluidos en esta misma revisión sí que parece haber una mejoría estadísticamente significativa [7], [8], [9]. Como conclusión, los autores afirman que la terapia con US proporciona poco o ningún beneficio en cuanto a control del dolor (imagen inferior).
En este estudio [10], se comparan los US con otras técnicas de control del dolor. No parece haber diferencias importantes entre ambas.
En este otro estudio [13], se aplican varias terapias, US entre ellos a pacientes con “hombro congelado”. La terapia es efectiva, pero es difícil saber si gracias a la aplicación de frío, los ejercicios terapéuticos, los US o el conjunto de todo el tratamiento.
Este estudio [11] afirma que el US puede aliviar las cervicalgias, sin embargo, no presenta grupo control por lo que sólo tiene una validez relativa, queda demostrado que sea más eficaz que el placebo.
En cuanto a la posibilidad de que los US aceleran la consolidación ósea y mejoren la cicatrización, no parece haber aún bibliografía disponible que trate este tema, y cuando se les pregunta a los fabricantes y distribuidores acerca de este punto, se limitan a afirmar que ellos sólo se dedican a vender lo equipos.
Tampoco se encuentra bibliografía que apoye la hipótesis de que pueda existir algún efecto adverso derivado del empleo de US, por lo que podemos afirmar que su uso parece seguro; únicamente presenta las contraindicaciones comunes a todas las técnicas de electroterapia (tumores, implantes metálicos, insuficiencia circulatoria, gestación, marcapasos, epilepsia…etc).
CONCLUSIONES Y OPINIÓN PERSONAL
Como la mayoría de técnicas que predican ser útiles para casi cualquier problema en fisioterapia, su eficacia es bastante limitada. En este caso en concreto y basándonos en la evidencia actual, parece razonable afirmar que puede tener efectos positivos sobre el dolor que refiere el paciente, pero poco más; además la cantidad de estudios que aseguran que no hay ninguna diferencia respecto del uso del placebo ha de ser tenida en cuenta.
Otras terapias mucho más específicas de cada patología posiblemente sean más eficaces para tratar la sintomatología de cada paciente, como por ejemplo el trabajo excéntrico en tendinopatías.
Seguramente, sería interesante que esta técnica fuese relegada a un segundo plano en favor de otras que parecen postularse como más efectivas, cosa que no siempre sucede en los centros donde se emplean los US.
Por tanto, y a modo de resumen, podemos concluir lo siguiente:
En mi opinión es una técnica totalmente prescindible, aunque el profesional de la salud podría plantearse su empleo en determinadas patologías basándose en determinados estudios en los que los pacientes sí parecen describir cierta mejora tras su aplicación incluso comparando la técnica con un placebo. Eso sí, la terapia con US nunca debería constituir un tratamiento en sí misma sino que podría introducirse dentro de una sesión de fisioterapia de forma secundaria a otros tratamientos cuya eficacia en cada patología concreta sí esté avalada por la evidencia científica de forma más clara. Además sería interesante investigar sobre su posible efecto para acelerar procesos de cicatrización de heridas y fracturas óseas.
Referencias
1. Biordal JM, Johnson MI, Lopes-Martins RA, Bogen B, Chow R, Ljunggren AE Short-term efficacy of physical interventions in osteoarthritic knee pain. A systematic review and meta-analysisof randomised placebo-controlled trials. BMC Musculoskelekt Disord 2007 Jun 22. 8:51.
2. Chou R, Huffman LH; American Pain Society; American College of Physicians. Nonpharmacologic therapies for acute and chronic low back pain: a review of the evidence for an American Pain Society/American College of Physicians clinical practice guideline. Ann Intern Med. 2007 Oct 2; 147 (7): 492-504.
3. Buchbinder R, Green SE, Youd JM, Assendelft WJJ, Barnsley L, Smidt N. Tratamiento con onda de choque para el dolor lateral en el codo (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 2. Oxford
4. Haker E, Lundeberg T. Pulsed ultrasound treatment in lateral epicondylalgia. Scand J Rehabil Med1991;23(3):115-8. Scand J Rehabil Med. 1991; 23(3): 115-8.
5. DVaz AP, Ostor AJ, Speed CA, Jenner JR, Bradley M, Prevost AT, Hazleman BL. Pulsed low-intensity ultrasound therapy for chronic lateral epicondylitis: a randomized controlled trial. Rheumatology (Oxford)2006 May;45(5):566-70.
6. Lundeberg T, Abrahamsson P, Haker E. A comparative study of continuous ultrasound, placebo ultrasound and rest in epicondylalgia. Scand J Rehabil Med 1988;20(3):99-101.
7. Spacca G., Necozione S., Cacchio A. Radial shock wave therapy for lateral epicondylitis: a prospective randomised controlled single-blind study. Europa Medicophysica. Year 2005 – Vol. 41 – N. 01 – March – pag. 17.
8. Binder, A., Hodge, G., Greenwood, A. M., Hazleman, B.L., Page,. Thomas, DP. (1985) Is therapeutic ultrasound effective in treating soft tissue lesions? British Medical Journal,290, 512-514.
9. Pettrone FA, McCall BR. Extracorporeal shock wave therapy without local anesthesia for chronic lateral epicondylitis. J Bone Joint Surg Am2005 Jun;87(6):1297-304
10. Ebrahim S, Mollon B, Bance S, Busse JW, Bhandari M. Low-intensity pulsed ultrasonography versus electrical stimulation for fracture healing: a systematic review and network meta-analysis. Can J Surg. 2014. Jun; 57(3): E105-18.
11. C.Alcázar Alonso, R.M. Rodrigues Gomes. Ultrasound application in non-specific origin cervical pain.
12. Sang-Min Park, Ji-Hoon Baek, Young-Bong Ko, Han-Jun Lee, Ki Jeong Park and Yong-Chan Ha. Am J Sports Med 2014 42: 2659 originally published online August 26, 2014.
13. Alptekin HK1, Aydın T2, İflazoğlu ES1, Alkan M.1 Evaluatıng the effectiveness of frozen shoulder treatment on the right and left sides. J Phys Ther Sci. 2016 Jan; 28(1): 201-12. doi: 10. 1589/jpts.28.207. Epub 2016 Jan 30.