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EXAMINANDO LA CALIDAD DE MOVIMIENTO: FUNCTIONAL MOVEMENT SCREENING

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Autor: HECTOR

EXAMINANDO LA CALIDAD DE MOVIMIENTO: FUNCTIONAL MOVEMENT SCREENING

INTRODUCCIÓN

El mundo el entrenamiento y la base científica de la que se nutre están en constante renovación y transformación, es una realidad. Si bien siempre existirán mentalidades aferradas a la teoría del “Es correcto porque se ha hecho así toda la vida”, la realidad es que las ciencias del deporte evolucionan día tras día y negarse a formar parte de dicho progreso es aferrarse a un clavo ardiendo.

Uno de los efectos de esta constante evolución es la popularización de términos como “funcional” o “movimiento funcional” en el ámbito del entrenamiento y la rehabilitación deportiva. Si bien es cierto que muchos de estos conceptos son frecuentemente empleados como herramientas de marketing para dar nombre a nuevos productos de la industria del fitness, parece conveniente plantearse su significado original y relevancia.

El término funcional deriva de “función”, lo cual hace referencia a un movimiento exento de disfunciones. Ahora bien, ¿sabemos identificar un movimiento funcional de otro no funcional?

La realidad es que muchos deportistas aficionados y profesionales entrenan para mejorar sus aptitudes físicas o su salud sin reparar en si su punto de partida es correcto, es decir, si cuentan con una calidad de movimiento adecuada para que su sistema musculoesquelético tolere el estrés al que se ve sometido constantemente, como consecuencia del entrenamiento.

Pongamos un ejemplo sencillo: Un delantero de fútbol profesional tiene un sprint potente y un buen control en el tiro a puerta, pero ha sufrido varias roturas de isquiotibiales por traumatismo indirecto en los últimos dos años.

Seguramente el equipo pondrá a disposición del jugador todos sus recursos médicos, fisioterapia y rehabilitación para lograr que este deportista vuelva al campo lo antes posible, lo cual es el objetivo principal de cualquier equipo de fútbol profesional. Si el jugador experimenta recidivas posteriormente, probablemente la responsabilidad caiga sobre el readaptador físico o el fisioterapeuta del equipo.

Esta situación hipotética podría darse en la realidad, siendo probable que los responsables del entrenamiento de este jugador se hayan centrado en trabajar su destreza, agilidad, potencia, velocidad y fuerza sin considerar si parten de una base adecuada, si el sujeto es competente en su movimiento.

Posiblemente, no hayan prestado la atención necesaria a la estabilidad de su pisada, su patrón de carrera o su estabilidad central en los cambios bruscos de dirección.

Si no tenemos una pisada estable que canalice correctamente las fuerzas reactivas del suelo, no podemos pretender tener un patrón de carrera eficiente y ser buenos corredores. Tal vez logremos progresar con el entrenamiento, ganar velocidad, potencia, resistencia, e incluso llegar a competir si se diesen otras circunstancias favorables, pero seguramente no lograremos llegar a desarrollar plenamente nuestro potencial físico y contaremos con un alto riesgo de lesión.

Por todo ello, resulta conveniente contar con herramientas que permitan identificar alteraciones en los patrones de movimiento fundamentales del individuo, a fin de permitir al entrenador focalizar su trabajo en mejorar esos puntos débiles, potenciando la calidad de movimiento de dicho deportista, optimizando su rendimiento y alargando su vida deportiva.

LA FILOSOFÍA DE LOS CREADORES DEL FMS

Gray Cook y los creadores del sistema FMS™ defienden una visión del cuerpo humano global, desmarcándose del enfoque analítico tradicional que visualiza el cuerpo en regiones independientes (reduccionismo).

Al igual que los cuerpos son destruidos por una disección, los patrones de movimiento son destruidos por el reduccionismo. Esto constituye un error similar a considerar que la nutrición se reduce a contar calorías. Gray Cook [6].

Los patrones de movimiento son entendidos como grupos de movimientos asociados e integrados por el sistema nervioso central en forma de patrones motores, de forma que constituyen la unión de múltiples acciones que se emplean de forma conjunta y se interconectan para desarrollar una función específica.

Un patrón de movimiento integrado reduce el tiempo de procesamiento necesario para realizar dicha acción, por lo que se traduce en una mayor eficiencia. Por ello, los movimientos básicos o fundamentales se almacenan en patrones de movimiento, ya que los realizamos constantemente. Si bien es cierto que ver las partes nos puede aportar claridad, observar los patrones de movimiento nos conducirá a un entendimiento global del proceso.

El modelo de enlace cinético (Kinetic link) representa el cuerpo como un sistema enlazado de segmentos interdependientes, los cuales trabajan en una secuencia proximal a distal con el fin de producir una acción deseada en el segmento distal [1, 2, 3]. Este proceso está mediado por el sistema propioceptivo, el cual permite el control motor y movimiento mediante la entrada de información sensorial a través de los propioceptores situados en cada segmento de la cadena cinética.

El término “Interdependencia regional” hace referencia a la relación existente entre diferentes regiones del cuerpo que, conectadas a través de cadenas cinéticas, son capaces de contribuir al desarrollo de una disfunción secundaria en otro segmento corporal a partir de una lesión aislada [1].

Cook establece un sistema piramidal del desarrollo deportivo del atleta que parte del movimiento fundamental (estabilidad y movilidad), continúa en el desarrollo de las aptitudes físicas básicas y finaliza en la práctica de habilidades específicas del deporte en concreto.

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FUNCTIONAL MOVEMENT SCREEN: UNA HERRAMIENTA DE CRIBADO

El FMS™ (Functional Movement Screen) es descrito por sus autores como un sistema de detección de limitaciones en los patrones de movimiento fundamentales del individuo a través de siete pruebas que requieren un equilibrio entre movilidad y estabilidad, incluyendo control neuromuscular y motor [1, 3, 6].

Estos patrones fundamentales de movimiento están diseñados para imitar la locomoción básica y movimientos de estabilización, de forma que se somete al individuo a posiciones extremas en las que los desequilibrios y debilidades se hacen evidentes para el observador.

El objetivo del FMS™ no es valorar o diagnosticar posibles alteraciones estructurales o lesiones ni se le atribuye validez clínica alguna, simplemente es una herramienta de examen cualitativo útil para identificar puntos débiles en el movimiento del individuo que permitan al profesional focalizar su atención y trabajo a fin de mejorar el rendimiento y calidad del vida del deportista. De forma complementaria al FMS™ pueden emplearse otros test más específicos a fin de identificar patrones disfuncionales y lesiones localizadas, pero debemos tener en cuenta que el FMS™ sólo constituye un examen del movimiento humano fundamental, no una herramienta de diagnóstico [1, 3, 6].

Por ello, el FMS™ propone emplear patrones de movimiento funcional para decidir qué investigar, dónde profundizar. Posteriormente, se podrá realizar un enfoque analítico para identificar qué partes de la cadena cinética funcionan de forma incorrecta y finalmente se repetirán los patrones de movimiento para garantizar que el SNC reconoce dichos cambios y los integra en el patrón de movimiento.

CÓMO FUNCIONA LA BATERÍA DE TEST FMS™

El FMS™ cuenta con 7 test que consisten en patrones de movimiento básicos que implican que se produzca un equilibrio entre movilidad y estabilidad, requiriendo un correcto control motor. De este modo, se pretende analizar los desequilibrios bilaterales y unilaterales, así como la movilidad y estabilidad de las articulaciones y segmentos implicados.

El objetivo principal de los test no es determinar si el sujeto se mueve o no perfectamente, sino determinar que se puede mover dentro de unos niveles considerados normales, por encima de un nivel mínimo establecido [1].

De este modo, se identificarán aquellos movimientos que la persona no realiza correctamente a fin crear un “perfil de movimiento” que sirva como herramienta para el entrenador a la hora de prescribir unos ejercicios u otros en sus entrenamientos.

Cada test se puntúa de forma independiente del 0 al 3 en función de si se logra realizar el movimiento de una u otra forma, siguiendo las pautas descritas a continuación.

3- Ejercicio realizado correctamente, siguiendo el patrón estándar sin ninguna compensación.

2- Ejercicio realizado con compensaciones en la posición.

1- Ejercicio no realizado por incapacidad para desarrollar el patrón de movimiento.

0- Dolor en la ejecución del ejercicio (Requiere de una evaluación posterior más específica por parte de un especialista).

La mayoría de las pruebas del FMS™ examinan y califican por separado los hemicuerpos izquierdo y derecho, a fin de detectar posibles asimetrías que podrían implicar un mayor riesgo de lesión. En caso de obtenerse diferentes puntuaciones para cada hemicuerpo en un mismo test, se tendrá en cuenta la puntuación más baja a la hora de realizar el sumatorio total para la puntuación final.

Del mismo modo, en caso de existir duda por parte del examinador, los autores aconsejan puntuar a la baja.

Del mismo modo, algunos test incluyen pequeñas pruebas de detección de dolor (clearing test) que, en caso de resultar positivos, determinarán la puntuación de 0 en el test al que estén asociadas y la realización de otros test específicos por parte de un especialista.

A continuación describiremos la utilidad de cada test y los objetivos que persigue. Si se desea profundizar en los detalles de la ejecución de los test puede consultarse la web oficial del FMS™.

DEEP SQUAT (Sentadilla profunda)

La sentadilla es un movimiento básico presente en numerosas situaciones, siendo la posición de partida (base position) en múltiples deportes y un ejercicio con gran transferencia para el salto, presente en la práctica totalidad de los protocolos de entrenamiento orientados a la fuerza y la potencia. La sentadilla profunda es una prueba que desafía la mecánica del cuerpo cuando se realiza correctamente, por lo que se utiliza para evaluar la movilidad bilateral, simétrica y funcional de las caderas, las rodillas y los tobillos (triple flexo-extensión). Cuando realizamos una sentadilla profunda con flexión bilateral de hombros en el plano sagital (overhead squat) podemos analizar la movilidad bilateral y simétrica de los hombros y la columna torácica, así como la estabilidad y el motor de control de la musculatura del core [3]. La capacidad de realizar un deep squat implica, por tanto, una correcta capacidad de dorsiflexión, flexión de rodilla y de cadera, así como disociación lumbopélvica, extensión torácica y la flexión de hombros con un buen ROM de la articulación glenohumeral.

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Realización del Deep Squat overhead con puntuación de 3. El torso debe estar paralelo con las tibias o más vertical, el fémur bajo la horizontal, los tobillos alineados sobre los pies y la barra en línea o detrás de la altura de la punta de los pies, respetando la anteversión pélvica [3].

HURDLE STEP (Paso de valla)

El hurdle step o paso de obstáculo es un test diseñado para poner a prueba la mecánica de la zancada, implicando un movimiento con adecuada coordinación y estabilidad pélvica en el plano frontal y sagital, así como equilibrio monopodal. De este modo, puede observarse la movilidad funcional bilateral de rodillas, caderas y tobillos [1].

La realización correcta de la prueba requiere, igualmente, una gran estabilidad de rodilla y tobillo, así como la máxima extensión de cadera en un trabajo de cadena cinética cerrada. También implica la dorsiflexión del pie de apoyo y flexión de rodilla y cadera, todo ello manteniendo el equilibrio en apoyo monopodal, por lo que requiere control de la estabilidad dinámica.

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Realización del test Hurdle step con puntuación de 3 (ejecución correcta sin compensaciones). Las caderas, rodillas y tobillos permanecen alineados en el plano sagital (foto A). Del mismo modo, no se percibe movimiento en la región lumbar y la barra permanece paralela al suelo [3].

IN-LINE LUNGE (Zancada en línea)

La estocada en línea es una prueba que consiste en realizar un lunge en línea mientras se sostiene una barra recta en contacto con la región posterior del cráneo, la región dorsal y la línea interglútea. La longitud de la zancada debe ser equivalente a la distancia existente entre el suelo y la tuberosidad tibial del sujeto cuando está de pie. Este movimiento trata de simular situaciones de desaceleración y rotación lateral, de forma que se pone a prueba la estabilidad del tronco y las extremidades para mantener la correcta alineación y estabilidad en el plano frontal, así como la alineación de la columna en el plano sagital. Del mismo modo, se evalúa la movilidad y estabilidad de la cadera, flexibilidad del cuádriceps, estabilidad de la rodilla y dorsiflexión. A su vez, el deportista debe mostrar el equilibrio adecuado debido a la inestabilidad lateral impuesta.

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Realización del In-Line Lunge con puntuación máxima de 3 puntos. La barra debe permanecer vertical y no perder ninguno de los tres puntos de contacto con el cuerpo. No debe apreciarse inclinación del tronco en el plano sagital o balanceo hacia los lados y la rodilla de la pierna atrasada debe apoyarse justo tras el talón del pie adelantado [3].

SHOULDER MOVILITY (Movilidad de hombros)

El objetivo de este test es examinar la movilidad bilateral glenohumeral y la interacción entre los hombros en movimiento, combinando la rotación interna con aducción de un hombro con la rotación externa y abducción del otro. Del mismo modo, se pone en evidencia la movilidad escapular y la capacidad de extensión torácica del individuo.

El procedimiento requiere medir la longitud de la mano desde el pliegue de la muñeca hasta la punta del dedo central. Esta distancia se tomará como referencia a la hora de puntuar la separación que quede entre los dos puños cerrados cuando se realiza el movimiento descrito anteriormente, tratando el individuo de juntar ambas manos entre sí en la espalda.

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Realización de la prueba de Shoulder Movility con puntuación de 3 (izquierda) y de 2 (derecha). Para obtener la puntuación perfecta, ambos codos deben quedar alineados en el plano frontal, con el torso totalmente extendido sin inclinación o protracción del cráneo, siendo la distancia entre puños menmovimiento-hombroor que la longitud de la mano del individuo [1].

Este test incluye una prueba de detección de dolor del hombro en la que se pretende observar la posible respuesta de dolor del individuo ante movimientos de rotación del hombro. La prueba consiste en colocar una mano sobre el hombro opuesto, quedando el brazo flexionado y apoyado sobre el pecho.

A continuación, debe elevarse el codo sin perder el contacto de la mano con el hombro, de forma que podrían ponerse en evidencia molestias internas subyacentes que no se hubiesen detectado en el test de movilidad. En caso de resultar positiva (presencia de dolor), la prueba de Shoulder Movility se calificaría como 0 y se sometería al deportista a otros test más específicos por parte de un especialista.

ACTIVE STRAIGTH LEG RAISE (ASLR)

La elevación activa de pierna estirada (ASLR) consiste en realizar una flexión unilateral de cadera en posición decúbito supino mediante la elevación activa de una pierna estirada. Esta prueba pone en evidencia la capacidad de disociar las extremidades inferiores del tronco, manteniendo la compactación abdominal y la estabilidad del torso. Naturalmente, también se evalúan la flexibilidad activa de los isquiosurales y de los flexores plantares de la pierna elevada mientras se mantienen la estabilidad pélvica y central.

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Realización del test ASLR con puntuación de 3: El talón de la pierna elevada permanece en dorsiflexión y supera la línea vertical situada entre la espina ilíaca antero-superior y la rótula. Esta pierna debe permanecer extendida y elevarse lentamente, manteniendo la posición final durante unos segundos. Durante la realización del test la pierna que queda abajo no puede separarse del suelo y no deben observarse compensaciones a nivel cervical o en la pelvis [1].

TRUNK STABILITY PUSH-UP (Flexión con estabilidad del tronco)

En esta prueba el sujeto se sitúa en posición decúbito prono con los pies juntos y los tobillos en dorsiflexión. Las manos se sitúan normalmente a la anchura de los hombros, con los pulgares a la altura de la frente en los hombres y a nivel de la barbilla en las mujeres. El objetivo es realizar una flexión o push-up manteniendo las piernas extendidas y la columna neutra, sin arqueamiento lumbar y levantando el cuerpo en bloque. De este modo, se evalúa la estabilidad central del individuo en el plano sagital en un movimiento simétrico de cadena cinética cerrada. Este test se emplea debido a la implicación de la musculatura estabilizadora del tronco en la actividad deportiva a la hora de transferir eficientemente la energía a través del core hacia las extremidades y minimizando el estrés sobre estructuras pasivas [1].

movimiento-flexion

Imagen A. Realización del test Trunk Push-up con puntuación de 3 en un hombre, donde se observa una correcta estabilidad central, sin compensación lumbar y con las manos a la altura de la frente (en una mujer se realizaría con las manos a la altura de la barbilla.

Imagen D. Realización del test con puntuación 1, debido al arqueamiento lumbar que denota la incapacidad de la musculatura del core para estabilizar correctamente el tronco [1].

movimiento-dolorEste test incluye una prueba de detección de dolor en la que se realiza una hiperextensión lumbar con extensión de brazos contra el suelo desde la posición de decúbito prono. Si se detecta dolor en la posición, el test anterior se puntúa como 0 y se realizará una valoración específica por parte de un especialista.

ROTARY STABILITY (Estabilidad en rotación)

El test de estabilidad en rotación se realiza en posición de cuadrupedia, realizándose la posición de flexión de hombro y extensión de la cadena hemilateral o contralateral de forma simultánea (ejercicio bird-dog) para seguidamente llevar el codo y la rodilla de dichas extremidades a tocarse a la altura del vientre, manteniendo el apoyo sobre la mano y rodilla de las extremidades libres. Es una prueba que pone en evidencia la coordinación del sujeto y la estabilidad asimétrica del tronco en los planos frontal y transversal mientras se produce movimiento de las extremidades superiores e inferiores. Muchas actividades deportivas requieren un control multiplanar del movimiento (fútbol, rugby, baloncesto…), por lo que es importante contar con una transferencia correcta de energía a través de la musculatura estabilizadora del tronco, para lo cual este test puede constituir una herramienta interesante.

movimiento-estabilidad

En la imagen izquierda puede observarse la realización del test de Rotary Stability con puntuación de 3, ya que se mantiene la estabilidad con un hemicuerpo. En caso de no lograrse mantener el equilibrio de este modo, se realizará el test con brazos y piernas contralaterales (posición de bird dog), puntuándose con 2 en caso de realizarse correctamente (imagen derecha)[1].

El test incluye una prueba de detección de dolor lumbar en la flexión total de cadera (posición del orador). Para ello, el sujeto adopta la posición de cuadrupedia para posteriormente llevar los glúteos en contacto con los talones y el pecho a los muslos, extendiendo los brazos lo más lejos posible del cuerpo. En caso de detectarse dolor o molestia, se puntuará la prueba conjunta de Rotary Stability con 0 y se realizarán otros test específicos por parte de un especialista.

movimiento-lumbar

OBJETIVOS Y LIMITACIONES DEL PROTOCOLO

Los creadores del FMS™ llaman la atención sobre la importancia de tener en cuenta los patrones de movimiento fundamentales del ser humano a la hora de desarrollar la actividad deportiva del sujeto, de forma que proponen su sistema como una herramienta de cribado útil al comienzo de un programa de entrenamiento y al final de un proceso de rehabilitación para comprobar la evolución en la movilidad y estabilidad del sujeto [1].

Cook y sus colaboradores son claros al respecto: El FMS™ no fue diseñado con la intención de valorar o evaluar. Se creó como una herramienta sencilla para identificar patrones de movimiento que podrían ser disfuncionales, de forma que constituya un primer paso (que no el único) en la identificación de disfunciones en el movimiento [1].

Ahora bien, ¿hasta qué punto es fiable el FMS™? ¿Qué validez tiene? ¿Realmente puede emplearse como un predictor del riesgo de lesiones del deportista?

G. Peña, JR. Heredia y V. Segarra publicaron en 2014 una interesante revisión donde se trataron algunas de estas cuestiones y se aportó evidencia al respecto [4].

Tal como reportan estos autores, el estudio de la fiabilidad inter-evaluador del FMS™ muestra índices de confiabilidad variables (regulares a excelentes) para las puntuaciones totales del examen, así como baja a buena fiabilidad en las puntuaciones individuales de cada test. Estos resultados se complementan con la mayor fiabilidad intra-evaluador observada en sujetos entrenados para el sistema de cribado, por lo que algunas publicaciones sugieren que es necesario contar con evaluadores con una experiencia de más de 100 ensayos para poder obtener un resultado fiable [3, 4, 5].

Otro punto importante es el valor predictivo del screening sobre el riesgo de lesión en los sujetos examinados. Los creadores del FMS™ se apoyan en las investigaciones preliminares de autores como Kiesel [7] y Chorba [8], las cuales reflejan que los atletas que obtuvieron puntuaciones de 14 o menos en el cribado mostraban patrones de movimiento disfuncionales que podrían correlacionar con un mayor riesgo de lesión [7]. Chorba et al observaron que los atletas con puntuación menor o igual de 14 en el FMS™ tuvieron un incremento del 400% en el riesgo de experimentar lesiones en las extremidades inferiores durante la temporada [8].

Pese a estos resultados optimistas, G. Peña y colaboradores se basan en los resultados de Kraus et al [9] para afirmar que el FMS™ no debería considerarse una variable unidimensional que pueda cuantificar de forma aislada el riesgo de lesión de un individuo, ya que el riesgo lesivo es multifactorial y está sujeto a numerosas variables que interactúan de forma compleja. Obviando este hecho, no cabe duda de que este sistema de screening puede resultar útil a la hora de obtener conclusiones de cada test por separado e incluso resultar útil en el análisis del movimiento en sujetos con baja o moderada calidad motriz [4].

Del mismo modo, la evidencia actual muestra que no existe correlación significativa entre los resultados de los test de resistencia muscular isométrica de Mc.Gill y las puntuaciones del FMS™, concluyendo que los resultados de este screening no parecen guardar una relación significativa con el rendimiento del sujeto ni con la estabilidad central del sujeto [4].

CONCLUSIÓN PERSONAL

Parece evidente que el enfoque reduccionista basado en una visión analítica del cuerpo humano constituye a día de hoy una perspectiva obsoleta. El FMS™ parte de una visión del cuerpo humano como un conjunto altamente complejo que no debemos tratar de entender como una suma de partes, pudiendo constituir una herramienta útil como primer paso en la detección de alteraciones en los patrones de movimiento fundamentales.

No obstante, no debemos cometer el error de tratar de simplificar lo complejo y otorgar a este sistema de screening un papel para el cual no ha sido diseñado, tratando de hacer uso de él como herramienta de diagnóstico o identificación de patrones motores.

Como entrenador, considero que toda herramienta puede ser de utilidad si se le da un uso adecuado, quedando bajo la responsabilidad de cada profesional emplear correctamente los recursos que están a su alcance.

Para finalizar, me quedo con esta frase de Lucas Leal (Resistance Institute):

“En el intento de entendernos a nosotros mismos hacemos clasificaciones y perdemos la perspectiva a la hora de entender el funcionamiento del cuerpo en sí mismo”.

SI TE HA RESULTADO INTERESANTE, NO DUDES EN COMPARTIRLO EN TUS REDES SOCIALES.
Héctor Abarca Alcalde

REFERENCIAS

1. Cook, G., Burton, L., Hoogenboom, B. J., & Voight, M. (2014). FUNCTIONAL MOVEMENT SCREENING: THE USE OF FUNDAMENTAL MOVEMENTS AS AN ASSESSMENT OF FUNCTION‐PART 2. International journal of sports physical therapy, 9(4), 549.

2. McMullen, J., & Uhl, T. L. (2000). A kinetic chain approach for shoulder rehabilitation. Journal of athletic training, 35(3), 329.

3. Cook, G., Burton, L., Hoogenboom, B. J., & Voight, M. (2014). FUNCTIONAL MOVEMENT SCREENING: THE USE OF FUNDAMENTAL MOVEMENTS AS AN ASSESSMENT OF FUNCTION‐PART 1. International journal of sports physical therapy, 9(3), 396.

4. Peña, G., Heredia, JR., Segarra, V (2014). Functional Movement Screen (FMS) a la palestra: ¿Qué nos dice la ciencia?. G-SE.

5. Kraus, K., Schütz, E., Taylor, W. R., & Doyscher, R. (2014). Efficacy of the functional movement screen: a review. The Journal of Strength & Conditioning Research, 28(12), 3571-3584.

6. Cook, G. (2010). Movement: Functional movement systems: Screening, assessment, corrective strategies. On Target Publications.

7. Kiesel, K., Plisky, P. J., & Voight, M. L. (2007). Can serious injury in professional football be predicted by a preseason functional movement screen?. North American journal of sports physical therapy: NAJSPT, 2(3), 147.

8. Chorba, R. S., Chorba, D. J., Bouillon, L. E., Overmyer, C. A., & Landis, J. A. (2010). Use of a functional movement screening tool to determine injury risk in female collegiate athletes. North American journal of sports physical therapy: NAJSPT, 5(2), 47.


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