AUTOR: CARLOS SÁNCHEZ
PEPTOPRO® E HIDROLIZADOS DE PROTEÍNA, ¿MARCAN LA DIFERENCIA?
En el mundo de la suplementación deportiva la proteína es, seguramente, uno de los santos griales por excelencia. La oferta es enorme. Pueden proceder de distintas fuentes (leche, huevo, carne, legumbres, semillas, cereales), recibir procesos tecnológicos diversos o conjugarse en mezclas variadas de manera que se ajusten a las demandas del consumidor.
En entradas anteriores del blog se han tratado temas relacionados como los parámetros para determinar la calidad de la proteína, cantidades a consumir y otros aspectos relacionados con los suplementos proteicos y la proteína de la dieta a nivel general.
A modo de breve repaso, y en términos muy generales, sabemos que la población deportista tiene unas demandas de proteína mayores que la población general (desgraciadamente, sedentaria en su gran mayoría), y que esta proteína debe ser de la máxima calidad posible. En la siguiente tabla se muestra la puntuación (en relación a la calidad) de distintas proteínas en función de distintas escalas o métodos utilizados para determinarla:
Tabla 1. Calidad de distintas fuentes proteicas. Extraída de Hoffman 2004 [1].
La calidad de las proteínas depende en gran medida de su composición en aminoácidos (unidades monoméricas), de manera que una proteína rica en aminoácidos esenciales (aquellos que no somos capaces de sintetizar por nosotros mismos) será una proteína de alta calidad. Existen 20 aminoácidos comúnmente presentes en los alimentos, de los cuales 8 son esenciales:
• Leucina.
• Valina.
• Isoleucina.
• Lisina.
• Metionina.
• Fenilalanina.
• Treonina.
• Triptófano.
• *Histidina (en niños).
Al contrario que pasa con los carbohidratos, los cuales sólo pueden absorberse a nivel intestinal en forma de moléculas sencillas (monómeros), las proteínas pueden ser incorporadas en forma de aminoácidos aislados o conjugados como dipétidos (dos aminoácidos) o tripéptidos (tres aminoácidos).
De hecho, se ha podido observar cómo los dipéptidos y tripéptidos son absorbidos a una mayor velocidad que los propios aminoácidos simples (Gráfica 1):
Gráfica 1. Velocidad de absorción de la glicina (aminoácido) libre, en forma de dipéptido y de tripéptido en función de la cantidad administrada. Extraída de Abumrad et al., 2016 [2].
Los di- y tripéptidos utilizan un sistema de transporte diferente al de los aminoácidos simples. Mientras que existen numerosos transportadores para los 20 aminoácidos aislados, las unidades compuestas por dos y tres moléculas comparten el mismo sistema transportador hacia el interior celular.
Varios estudios han demostrado que la absorción es significativamente mejor cuando se aporta un hidrolizado de proteína (constituido por una mezcla de péptidos) que cuando se consume una mezcla de aminoácidos aislados.
Una vez dentro de las células intestinales (enterocitos), estos pequeños péptidos son hidrolizados resultando en aminoácidos aislados que serán utilizados por la propia célula o liberados al torrente sanguíneo.
Esta mayor facilidad para la absorción de di- y tripéptidos no ha escapado al ojo de la industria de la suplementación deportiva, la cual cuenta con numerosos productos a base de hidrolizados proteicos. La publicidad inherente a estos suplementos se centra en el suministro inmediato o muy rápido de aminoácidos al músculo (algo que en teoría favorecería la creación de músculo, evitaría la degradación y/o mejoraría la recuperación post ejercicio).
La proteína de suero (whey) y la caseína son las dos fracciones proteicas que podemos encontrar en la leche, constituyendo el 20 y 80%, respectivamente. Ambas se diferencian en su composición en aminoácidos (Tabla 2) y en la forma en la que se digieren y absorben (motivos por los cuales presentan distintos valores de calidad en la Tabla 1).
Mientras que la proteína whey se absorbe rápidamente e induce un pico más o menos afilado de aminoácidos en sangre, la caseína retarda el vaciamiento gástrico, lo que genera una elevación más lenta y prolongada de los niveles de aminoácidos en el plasma sanguíneo (Gráfica 2).
Gráfica 2. Aparición de leucina (aminoácido esencial) en sangre tras la ingesta de proteína whey o caseína. Extraída de: https://authoritynutrition.com/casein-protein-is-highly-underrated/
Esta liberación más lenta de aminoácidos por parte de la caseína puede manipularse gracias a la hidrólisis (ruptura) de esta proteína, de manera que la absorción intestinal sea más rápida, tal y como se ha descrito anteriormente.
Tabla 2. Aminograma de las proteínas caseína y whey (por cada 20g de proteína). Extraído y modificado de Pennings et al., 2011 [3].
En cualquier caso, las dos proteínas contienen los aminoácidos requeridos para estimular la síntesis de músculo, aunque el mayor contenido en leucina por parte de la whey parece conferirle un mayor poder anabólico que el ofrecido por la caseína [3].
HIDROLIZADOS VS NO HIDROLIZADOS
En el año 2004, se hizo un estudio muy interesante [4] en el que se comparó la diferencia entre la ingesta de 36 g de proteínas completas/intactas (caseína y whey) o de sus hidrolizados correspondientes.
En primer lugar se pudo apreciar que la velocidad de vaciamiento gástrico no difirió demasiado entre los distintos tipos de proteína, aunque la liberación de aminoácidos al torrente sanguíneo sí que varió entre la aportación de unas u otras formas (Gráfica 3).
Gráfica 3. Presencia de aminoácidos en sangre tras ingerir hidrolizados o proteínas completas (whey o caseína). Extraída de Calbet et al., 2004 [4].
Como podemos observar, en el caso de la proteína whey apenas existen diferencias entre consumir un hidrolizado o la proteína en sí, ya que el área bajo la curva es similar y sólo cambia el momento en el que se da el pico máximo de aminoácidos en sangre.
Por otra parte, sí que apreciamos un comportamiento distinto en el caso de la caseína y su hidrolizado, ya que este último genera una respuesta muy similar a la de la proteína whey hidrolizada, ofreciendo un pico mayor y más temprano de aminoácidos que la caseína completa.
Un ejemplo de un hidrolizado de caseína que encontramos en el mercado es la proteína conocida como Peptopro®. En su eslogan es definido como “el péptido del rendimiento” y sus principales reclamos son:
• Rápida absorción.
• Mejora de la síntesis muscular, rendimiento deportivo y la recuperación.
• Ausencia casi total de grasa y lactosa.
• Otras propiedades como su gran solubilidad y la aceptación por parte de los clientes.
Sin embargo, si analizamos los estudios [5, 6] en los que se basa DSM Food Specialities (la empresa productora de Peptopro®) para lanzar estas alegaciones observamos lo siguiente:
Efectivamente, el hidrolizado promovió la síntesis de proteínas musculares cuando se aportó, junto con una cantidad equivalente de carbohidratos (glucosa + maltodextrinas), durante y tras un entrenamiento de fuerza. Pero, ¿cuáles son las limitaciones en los estudios [5, 6]?
La comparativa se realizó frente al consumo de agua en uno de ellos [6] y frente a la ingesta exclusiva de carbohidratos en otro [5]. Es decir, no se comparó frente a la ingesta de otras fuentes proteicas y ni siquiera frente a bebidas que aportasen la misma energía, lo que le confiere una clara ventaja a la bebida que contenía Peptopro®+ carbohidratos.
En otro interesante estudio, aunque no se especifica que se trate del producto mencionado anteriormente, Pennings y colaboradores [3] compararon la digestibilidad, absorción y la consecuente síntesis muscular tras ingerir proteína de suero, caseína o un hidrolizado de caseína (elaborado con enzimas producidas por la casa comercial de Peptopro®, aunque como digo no se especifica que se trate del mismo producto). La muestra poblacional consistió en 48 adultos mayores (varones) que consumieron 20g de una determinada proteína. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Gráfica 4. Concentraciones de fenilalanina, leucina y aminoácidos esenciales tras el consumo de caseína (CAS), whey o hidrolizado de caseína (CASH). Extraída de Pennings et al., 2011 [3].
Como podemos observar, las concentraciones de los distintos aminoácidos en sangre aumentan tras la ingesta de cualquiera de las proteínas, sin embargo, el pico y las AUC (áreas bajo la curva=concentraciones) de aminoácidos esenciales y de leucina fueron mayores al consumir whey o hidrolizado de caseína. Además, estas medidas también fueron significativamente al comparar la proteína de suero con el hidrolizado. Asimismo, la síntesis de proteínas musculares (Gráfica 5) fue mayor en el grupo que tomó proteína whey.
Gráfica 5. Síntesis de proteínas musculares tras ingerir caseína, caseína hidrolizada o whey. Extraída de Pennings et al., 2011 [3].
Los investigadores también destacaron una relación directa muy marcada entre una mayor síntesis de proteínas musculares y un mayor pico de leucina y de aminoácidos esenciales.
Hay que destacar, los sujetos no realizaron ningún tipo de actividad física durante la prueba, es decir, no se midió el beneficio de estas proteínas en combinación con un protocolo de entrenamiento.
Otros investigadores [7] estudiaron si aportar una combinación de hidratos de carbono junto con hidrolizado de caseína o hidrolizado de proteína de suero tenía algún efecto beneficioso sobre el rendimiento (en este caso en una modalidad de resistencia). Para ello 8 ciclistas consumieron 4 tratamientos distintos (estudio cruzado), a saber: placebo, hidratos de carbono, hidratos de carbono + hidrolizado de caseína e hidratos de carbono + hidrolizado de whey (Tabla 3).
Tabla 3. Composición de las bebidas ingeridas. Extraída de Oosthuyse et al., 2015 [7].
Los investigadores observaron una ligera mejoría del rendimiento, representada por un menor tiempo empleado en recorrer 16 kilómetros, cuando los sujetos consumieron carbohidratos e hidrolizado de caseína.
¿TIENE SENTIDO UTILIZAR HIDROLIZADOS DE CASEÍNA EN DEPORTISTAS?
Como casi siempre en este mundo, DEPENDE.
Por una parte, se ha visto que los hidrolizados son una buena opción para aquellas personas que presenten alergia a las proteínas o que tengan problemas para absorber determinados aminoácidos (pacientes con fenilcetonuria, por ejemplo) [8].
En personas que no presenten problemas digestivos o alergias la sustitución de las proteínas completas por sus hidrolizados seguramente carezca de sentido.
El principal reclamo publicitario utilizado para los hidrolizados, como hemos comentado anteriormente, es el rápido aporte de aminoácidos al músculo. No obstante, este principio se basa en la teoría de la “ventana de oportunidad o ventana anabólica” por la cual, en resumidas cuentas, existiría un corto periodo de tiempo (45 min – 1 h) para aportar la proteína necesaria para maximizar la síntesis muscular.
Esto es algo ampliamente desmentido por varios investigadores [9, 10], quienes defienden que el margen de tiempo entre el entrenamiento y la post-ingesta de proteínas puede alcanzar las 5 – 6 horas dependiendo de cuándo se haya consumido la última comida antes de la sesión de entrenamiento (a mayor proximidad de la comida pre-entrenamiento, mayor duración de la “ventana anabólica”) [9]. Incluso se ha visto un aumento de la síntesis basal de proteínas musculares y de la respuesta sintética a la ingesta de alimentos durante más de 24h tras una sesión de entrenamiento [10].
Un estudio recientemente publicado por Schoenfeld y colaboradores [11] mostró que no existían diferencias significativas entre consumir una dosis de proteína (25g) antes o después de un entrenamiento Fullbody realizado durante 10 semanas en cuanto a composición corporal, fuerza máxima o grosor de muscular. Refutando de nuevo la teoría de la ventana anabólica.
Cambiando un poco de tercio y dejando un lado las adaptaciones a nivel muscular, vamos a analizar si consumir proteína tras el ejercicio acelera la recuperación del músculo. Sabemos que cuando se dispone de poco tiempo entre pruebas consecutivas, una pronta recuperación muscular (a nivel de glucógeno o de daño en las fibras) puede favorecer de forma significativa el rendimiento del deportista. Sin embargo, ¿puede la proteína influir en esta recuperación?
Para comprobarlo, Alghannam y colaboradores [12] examinaron los efectos de ingerir carbohidratos y proteínas sobre el metabolismo del glucógeno durante la recuperación posterior a una sesión extenuante de carrera y sus efectos sobre una sesión posterior de ejercicio hasta el agotamiento.
Se comparó la ingesta de proteínas (whey) y carbohidratos frente al consumo exclusivo de estos últimos mediante la toma de dos bebidas isocalóricas. No se observaron diferencias ni en la recuperación de glucógeno muscular ni en el tiempo hasta el agotamiento.
En otro estudio, tampoco la suplementación con un hidrolizado de proteína de suero fue capaz de disminuir los índices de daño muscular inducido por sesiones de entrenamiento concurrente, es decir, no mejoró la recuperación en comparación con una bebida isocalórica que sólo aportaba hidratos de carbono [13].
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta que un hidrolizado de caseína como Peptopro® genera una respuesta anabólica similar a la proteína whey, pero que su precio es 3 veces superior al de un concentrado y 2,5 veces mayor que el de un aislado de proteína de suero, creo que cada uno puede sacar sus propias conclusiones.
Consumir hidrolizados proteicos tampoco ha mostrado mejorar el rendimiento o la recuperación más allá de lo que lo hacen las proteínas intactas (sin hidrolizar); incluso la proteína de suero parece estimular en mayor grado la síntesis muscular que la caseína hidrolizada.
Es mucho más importante alcanzar la cantidad total diaria recomendada de proteína que centrarse en el timing o en si la proteína se absorbe muy rápido o muy lento. La “ventana anabólica” para favorecer la síntesis muscular es amplia, por lo que provocar un pico inmediato de aminoácidos en sangre no parece ser demasiado determinante para lograr adaptaciones.
Así que utiliza los ALIMENTOS como fuentes de proteína de calidad e incorpora suplementos sólo cuando no alcances los requerimientos a través de la dieta y ten en cuenta que los hidrolizados de proteína no estarían justificados ni ofrecen ventajas frente a otros suplementos más económicos.
Bibliografía
1. Hoffman, J.R. and M.J. Falvo, Protein – Which is Best? J Sports Sci Med, 2004. 3(3): p. 118-30.
2. Abumrad, N.A., F. Nassi, and A. Marcus, Digestion and absorption of dietary fat, carbohydrate, and protein. Sleisenger & Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Disease. 10th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders, 2016.
3. Pennings, B., et al., Whey protein stimulates postprandial muscle protein accretion more effectively than do casein and casein hydrolysate in older men. Am J Clin Nutr, 2011. 93(5): p. 997-1005.
4. Calbet, J.A. and J.J. Holst, Gastric emptying, gastric secretion and enterogastrone response after administration of milk proteins or their peptide hydrolysates in humans. Eur J Nutr, 2004. 43(3): p. 127-39.
5. Beelen, M., et al., Protein coingestion stimulates muscle protein synthesis during resistance-type exercise. Am J Physiol Endocrinol Metab, 2008. 295(1): p. 22.
6. Beelen, M., et al., Coingestion of carbohydrate and protein hydrolysate stimulates muscle protein synthesis during exercise in young men, with no further increase during subsequent overnight recovery. J Nutr, 2008. 138(11): p. 2198-204.
7. Oosthuyse, T., M. Carstens, and A.M. Millen, Whey or Casein Hydrolysate with Carbohydrate for Metabolism and Performance in Cycling. Int J Sports Med, 2015. 36(8): p. 636-46.
8. Abd El-Salam, M.H. and S. El-Shibiny, Preparation, properties, and uses of enzymatic milk protein hydrolysates. Crit Rev Food Sci Nutr, 2017. 57(6): p. 1119-1132.
9. Aragon, A.A. and B.J. Schoenfeld, Nutrient timing revisited: is there a post-exercise anabolic window? J Int Soc Sports Nutr, 2013. 10(1): p. 1550-2783.
10. Van Loon, L.J., Is there a need for protein ingestion during exercise? Sports Med, 2014. 2014(44): p. 014-0156.
11. Schoenfeld, B.J., et al., Pre- versus post-exercise protein intake has similar effects on muscular adaptations. Peerj, 2017. 2017(3): p. 2017.
12. Alghannam, A.F., et al., Influence of Post-Exercise Carbohydrate-Protein Ingestion on Muscle Glycogen Metabolism in Recovery and Subsequent Running Exercise. Int J Sport Nutr Exerc Metab, 2016. 26(6): p. 572-580.
13. Eddens, L., et al., The efficacy of protein supplementation during recovery from muscle-damaging concurrent exercise. Appl Physiol Nutr Metab, 2017. 2017(15): p. 2016-0626.